En mi pre natal

Mi penultima semana teniendo 23 años ha sido bastante mala onda. Pero espero que se acabe mañana para que mi última semana sea tan de lujo como el promedio de mis 23.

Yo nosé si me echaron magia negra o la desgracia me buscó a mi porque quiso o qué, pero lo claro es que nose porqué el viernes me llené de pena y sentí que en este mundo no había nadie que la pudiera aplacar. Me sentí sin energías, que di mucho y recibi poco. Como muy pocas veces, mis ojos se llenaban de lágrimas en 0,2 centésimas de segundo, le ganaba a cualquier Speedy González.

Hasta que el martes, luego de descargarme con algunas personas decidí decirle chao a la tristeza y permitir que volviera mi alegría. Aunque no sin antes sacar algunas lecciones. Ayer conversaba con la luchi sobre mi nuevo karma; nunca poder pedir explicaciones porque no tengo una relación de "pareja" con alguien y, y sin embargo, sí me las piden a mi, aunque sean amigos. Y yo tontamente no les paro los carro. Soy una soltera controlada.

Y ahora estoy enrabiada. Tenía dos entrevistas seguras y se me cayeron. No entiendo por qué la gente no dice altiro que no, y esperan a que uno esté sentada con ellos para decir: "es que mira, nosé porque me complica, prefiero que no".

Y para qué contar que se me rompieron las únicas botas de invierno que tenía, que la grabadora dio sus últimos sonidos y se murió en plena entrevista (¡qué verguenza!), que debo haber subido como 3 kilos para las fiestas patrias, que Gustavo se hizo el ofendido y ya no me habla, que quiero celebrar mi cumpleaños en mi casa y aparecieron unas filtraciones en la cocina de mi casa y chao carrete, que nosé porque me siento mas cachetona que sherk y lo único que me falta es que me caiga caca de paloma en la cabeza y pase mi principe azul al lado mio y yo no lo vea.